Abril, visitas mil

En el mes de Abril, más que aguas llovieron visitas... y qué alegría!

Primero llegó un geólogo madrileño recién llegado de Haití... Él nos puso al día de la situación en ese bello y caótico país donde las desigualdades y los contrastes resultan abrumadores... tenemos que darle las gracias por los

numerosos presentes que dejó en nuestra cabaña y por la paciencia en las horas compartidas bajo el sol abrasador...

Llegaron dos madrileñitas blancas como la nieve, ellas sí que vinieron directitas desde el foro, y nos trajeron hasta una extensión eléctrica a 220 V que era justo lo que necesitabamos para rescatar el transformador de Reyes de las manos de Victor... que desde que se dedica a la carpintería en el Five Senses, nos lo tiene ocupado todo el día.

Y finalmente una tropa de Heredianos, del corazón de Costa Rica, vinieron con muchas ganas de sol, playa, diversión... y sobre todo, disfrutar... que para eso era Semana Santa no? Pues en medio del caos de las visitas, a mi pequeña perra, Shiva, se le ocurrió pone

rse de parto, y nos trajo en menos de 4 horas a otros seis pequeños seres que inundaron de alegría la casa.

Los peludos están creciendo felices y contentos bajo los cuidados de su atenta mamá y nuestros cariñitos y reportajes fotográficos.

La obra del Escorial II, o sea, la del Club Rural FIVE SENSES, sigue adelante como podeis ver en nuestra galería de fotos de Flickr. Ya no queda más que la barra y el escenario, además de los miles de papeles que hay que recoger para conseguir la famosa Patente Comercial, y el consabido Permiso de Funcionamiento del Ministerio de Salud. Así que si fui capaz de conseguir un Permiso de Construcción, ¿cómo no voy a ser capaz de conseguir 200 papeles más?

Mientras tanto, seguimos con la pala, el pico, la azada, la pintura y el barniz, dejándolo todo listo para poder abrir al público lo antes posible. Para los que no pueden esperar y viven cerca, preparamos comida a domicilio, caterings para eventos o picnics para tours y excursiones.

Avanzamos mucho en el tema natural, ya hemos identificado muchas plantas de nuestro jardín, y las hemos rotulado debidamente.También con las guías en la mano, observamos las martillas (Potos flavus), grisones (Galactis vitata) que corretean de vez en cuando por los alrededores de casa.

Nos maravillamos con el enamoramiento de un pechiamarillo (Pitangus sulphuratus) de mi coche... Cada día el increible pajarillo se posaba sobre los espejos retrovisores, el techo, y las manetas de las puertas... haciendo gala de su crestita y su pose más varonil. Incluso un día consiguió colarse dentro, dejándome un regalito en el volante del vehículo, cosa que me pareció de lo más curioso. Así lo estuvo haciendo durante un mes, más o menos... hasta que al final desistió de su conquista y se buscó una pajarita más semejante a él, con la que hizo su nido a escasos metros de mi carrito... Bien está lo que bien acaba.

Sin embargo los pequeños soterreyes hacen de nuestra cabaña una y otra vez su verdadero hogar, mientras Nuria, con su paciencia infinita, cambia su nido de sitio, y lo quita de la viga que cruza sobre su cama a un arbolito cercano... pero ellos siempre vuelven a la cabaña... donde saben que al encender las luces al atardecer, se dan un verdadero banquete de bichillos varios atraídos por las bombillas.

Y así se nos pasó Abril, y llega Mayo, con muchas más sorpresas, ilusiones y ganas de disfrutar del paraíso tropical.

Un beso a todos